En los últimos años vi a personas confundir el ser grandes con ser agrandados en sus modelos, habitos y forma de relacionarse con otros. La arrogancia se convirtió en moda de una cultura exitista que dejo de lado la integridad y los valores que la Biblia declama. Otros, que han sido llamados a ser grandes, se conforman con ser de promedio bueno. Sin embargo, cuando queremos ser grandes, algo nos está faltando. Nos preguntamos:¿ Hay algunas características en la palabra de Dios que que nos enseñe a ser un grande? Si, las hay. Podemos aprender de las Escrituras a ser un grande.
Podemos elegir cambiar nuestra vida de promedios o fluctuaciones y pasar a diseñar acciones para ser grandes en nuestro diario vivir.
Liderazgo con grandeza te invita a menguar para crecer, a entrenarte para ser un grande conforme el corazón de Dios.
Podemos elegir cambiar nuestra vida de promedios o fluctuaciones y pasar a diseñar acciones para ser grandes en nuestro diario vivir.
Liderazgo con grandeza te invita a menguar para crecer, a entrenarte para ser un grande conforme el corazón de Dios.